Te vi marchar hacia el domingo
joven y viva
como esos hijos que ya no tengo.
Como esos arroyos
que aún veo cuando cierro los ojos.
Te veo marchar y me repito:
Volverá, volverá indemne y
gozosamente viva,
como llega el domingo
suave y brillante.
Te veo marchar hacia el domingo
con la frente limpia
y la mano alzada
como en una despedida.
joven y viva
como esos hijos que ya no tengo.
Como esos arroyos
que aún veo cuando cierro los ojos.
Te veo marchar y me repito:
Volverá, volverá indemne y
gozosamente viva,
como llega el domingo
suave y brillante.
Te veo marchar hacia el domingo
con la frente limpia
y la mano alzada
como en una despedida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario