Otra vez vienes a vernos.
Otra vez por las espaldas.
¡Estaba el agua tranquila!
¡Estaba el agua tan clara!
Y vuelves a visitarnos
con tu turbia cuchillada.
¡Estaba el agua tan clara!
Y vuelves a visitarnos
con tu turbia cuchillada.
Y me has herido muy hondo.
Me has herido la palabra.
Y me has roto hasta los huesos.
¡Todos los huesos del alma!
Pero me quedan redaños
para plantarme de cara.
Y de amores aún me queda
lo que no tenga de macho.
Y a cuchillo nos iremos
pero será peleando.
Duro camino de piedra,
pero será de tus manos.
Duro camino de piedra,
pero será de tus manos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario